música calurosa

Esta situación no da para más. Mirá como vivimos, no hay nada en la heladera, toda la ropa está sucia, la cama está sin sábanas desde el sábado, todavía tenemos en la alacena cinco de diez paquetes de fideos verdes y ya no podemos seguir alimentándonos con huevos fritos tomates y fideos con manteca, nos va a hacer mal. Decime algo, qué estás pensando, por qué nunca decís nada, ¡la puta que te parió Ricardo! ¿No te das cuenta? yo ya no soporto esta casa, este barrio, los vecinos que pasan cumbia todo el día, el baño y el inodoro lleno de sarro, ¿te fijaste? la canilla pierde hace como un mes, podrías cambiarle el cuerito che.

Cada día es peor acá, estoy pesada, tengo las piernas hinchadas (retención de líquidos), el ascensor del edificio está en mantenimiento y tuve que subir los once pisos por escalera, estoy empapada. Yo no sé, Ricardo no sé da cuenta a veces o se hace el boludo, pero yo estoy mal acá y tengo a todos mis amigos lejos y mi mamá no viene a visitarnos casi nunca desde que se juntó con el médico de apellido ilustre, se la pasa viajando a Europa para acompañarlo a los congresos y conferencias auspiciadas por laboratorios que les llenan la casa de bolsas repletas de antibióticos y analgésicos que algún día voy a tener apiladas en el placarcito del baño.

Ricardo, hoy no pienso cocinar nada.

No, en serio, me alegra que a ustedes dos les vaya tan bien, son una pareja hermosa. ¡¡¡No me digas!!!, ¿se van a Brasil?, ay pero qué buena noticia. No, qué nos vamos a ir nosotros si el gordo está teniendo una buena racha de laburitos viste, dejó el remis y se puso como albañil. Un poco mejor estamos, tengo plantas en el balcón y planté romero además. Y como ya no tenemos cable estamos más mimosos que nunca, todas las noches dale que dale, jaja al menos no da culpa faltar a las clases de step.

Gordo: estoy embarazada.